Sauros


¨The Stormfront¨

Para un Sauro, el combate es un lenguaje. Primera línea en la guerra, última en rendirse. Los Sauros son la columna vertebral del ejército dreadtor y el modelo de liderazgo bajo presión.

Descripción de Casta

Los Sauros ocupan el vértice de la jerarquía dreadtor. Son los titanes entre su especie, la manifestación más pura del poder físico y del dominio territorial. La constitución de los sauros es colosal: superan fácilmente el metro noventa de altura, la densidad de sus escamas las vuelven una armadura natural adaptada al entorno letal en el que viven, y su musculatura, densa y fibrosa, les otorga una fuerza descomunal, comparable con la de algunos animales salvajes que se encuentran en la categoría de “Apex Predator”.

Sus cráneos, de hocico largo y dentadura serrada, recuerdan a las especies de la familia “Crocodylidae”. Su piel, recubierta de las mencionadas escamas gruesas y oscuras, es capaz de resistir cortes y fuego, como si se tratase de blindaje que ha evolucionado a través de las eras para resistir la presión de las batallas del nuevo siglo.

Los Sauros son guerreros natos, pero no salvajes. Su honor se mide en combate, su liderazgo en la protección de los suyos. Dentro de la estructura tribal, sirven como guardianes, cazadores mayores o comandantes de guerra. Su esperanza de vida alcanza el siglo completo, y sus cuerpos envejecen con lentitud reptiliana, conservando vigor hasta bien entrada su vejez.

A pesar de su dureza exterior, los Sauros desarrollan vínculos profundos con su tribu, su especie en general y, en años recientes, sus aliados de otras naciones. Son sensibles a los desequilibrios ecológicos, capaces de percibir la ausencia de ciertas especies en su entorno o los cambios sutiles en los ciclos del bosque. Esta sensibilidad no contradice su ferocidad, sino que la enfoca: todo ataque, toda defensa, se justifica como una forma de restaurar el orden natural. Por esta razón, muchos clanes Sauros actúan como jueces de conflictos intertribales o como ejecutores conservadores de las antiguas leyes de comienzos del pacto.

Gracias a la influencia kroma que se presentó durante La División, la casta aprendió que, una formación disciplinaria temprana puede hacer la diferencia; cuando sus músculos aún no se desarrollan por completo, pero su instinto de caza ya viene presente de fábrica, el adiestramiento comienza, enfocado en preparar a los ciudadanos Sauros para un nuevo y posible conflicto.

Desde entonces, los instructores veteranos los exponen a entrenamientos extremos en los manglares, riscos y llanuras selváticas de Lacerbora. Allí aprenden a dominar no solo su cuerpo, sino también su territorio (el cual actúa como una frontera defensiva entre Lacerbora y el mundo exterior): conocen cada planta que puede curar o matar, cada presa digna de caza, cada sendero oculto que puede servir como emboscada.

Habilidades de Casta

  • La Respiración Bifásica es una adaptación fisiológica única que ha evolucionado exclusivamente en la casta Sauro, como respuesta directa a su hábitat combinado de montañas, bosques y ríos. Se trata de un sistema respiratorio dual, compuesto por un par de pulmones principales altamente eficientes y un conjunto secundario de cámaras de retención o alvéolos (pequeños sacos que contienen aire en los pulmones), ubicadas bajo la caja torácica, conectadas a través de un tejido muscular contráctil que regula la presión y el flujo del oxígeno interno que necesita el cuerpo en determinadas circunstancias.

    Estas cámaras secundarias no solo les permiten almacenar aire como un depósito de reserva, sino también realizar un “intercambio” lento y prolongado, incluso cuando están completamente sumergidos. Un Sauro entrenado puede permanecer bajo el agua durante aproximadamente 30 minutos sin necesidad de emerger, reduciendo su frecuencia cardíaca y entrando en un estado de vigilancia pasiva.

    Esta práctica ha convertido a los Sauros en emboscadores letales dentro de entornos acuáticos. Pueden permanecer inmóviles bajo el agua en raíces flotantes o entre algas espesas, camuflados con el entorno, respirando sin ser detectados. Este método se hizo popular entre filas aliadas y odiada por filas enemigas; definitivamente convirtiéndose en una táctica que provocaría un punto de inflexión en la guerra al causar desgaste en los ejércitos invasores.

    La respiración bifásica también les brinda ventajas térmicas, ya que la circulación controlada permite resistir el descenso brusco de temperatura en aguas profundas, haciendo que sus cuerpos funcionen en un equilibrio perfecto entre frío externo y calor interno.

  • El Impulso Primal es una habilidad innata pero latente en todos los Sauros. Se trata de una descarga bioquímica altamente volátil, liberada por unas glándulas, situadas entre las vértebras dorsales. Esta descarga, conocida en la tradición médica dreadtor como “enzima de furor”, provoca una serie de efectos fisiológicos inmediatos: el incremento de adrenalina en el cuerpo, contracción muscular amplificada, dilatación ocular y una estimulación acelerada de la corteza motora.

    Los efectos del impulso son visibles a simple vista: el cuerpo del Sauro se endurece, las venas se marcan con fuerza bajo las escamas, y sus pupilas verticales se dilatan hasta ocupar casi todo el ojo, emitiendo un brillo ámbar denso que puede percibirse incluso en condiciones de penumbra. Durante este estado, que dura entre algunos minutos, su fuerza física se multiplica, su velocidad de reacción se acorta, y su umbral de dolor prácticamente desaparece.

    Esta habilidad natural tiene ecos del “Modo Cólera” de los kromas. Sin embargo, esta habilidad tiene una condición clave: su uso requiere equilibrio emocional y entrenamiento prolongado; aunque, al igual que la cólera, el usuario corre el riesgo de entrar en un estado de frenesí parcial o total, donde ya no distingue entre aliado y enemigo. Por ello, únicamente los Sauros que han superado ciertos rituales y pruebas ancestrales obtienen el derecho y la capacidad para activar el impulso de forma controlada.

Población de Casta

  • Durante La División, los Sauros registrados no superaron los 410,322; ya que fueron los más golpeados por los ataques iniciales de Mazdia y Azura. Sus aldeas estaban en la primera línea de defensa y muchas comunidades fueron completamente exterminadas o desplazadas. Aunque numéricamente fuertes antes de la guerra, esta etapa marcó una de las pérdidas más catastróficas de su historia reciente.

  • Aunque la guerra los tomó como protagonistas principales y defensores de los principios de la Alianza, sus números apenas se habían comenzado a recuperar y para finales de La Triguerra, sus números contaban con unos bajos y apenas contados 386,950 dreadtor. La participación de varios Sauros como voluntarios en las legiones aliadas también implicaron ciertas pérdidas adicionales en una guerra que la propia población dreadtor consideraba como “no suya”. Aun así, su recuperación fue notable considerando un punto de partida bajo atestiguado por muchos.

  • En la actualidad, los Sauros han duplicado su población desde la Triguerra gracias a una recuperación sostenida, apoyada por la estabilidad política, la protección de la OCU y sus contribuciones al ejército y seguridad nacional. No obstante, sus 741,260 números, siguen por debajo de los Reptor y los Delicatissima debido al golpe inicial de La División.

Aportaciones a la alianza

Los Sauros son el cimiento bélico y el símbolo de fortaleza de la Alianza de Tribus Dreadtor. Junto con los Reptor, que son considerados como los más inteligentes y diplomáticos, fueron los primeros en organizar un organismo conjunto y responder al llamado de unificación durante el comienzo de La División, cuando la amenaza extranjera ponía en riesgo no solo las fronteras de Lacerbora (como el territorio de los Sauros o de los Delicatissima), sino la existencia misma de la especie dreadtor.

Su participación temprana se debió a una razón clara: entre todas las castas, fueron los Sauros quienes sufrieron el mayor impacto territorial y poblacional en los primeros meses de invasión. Las aldeas del norte, ubicadas en los bosques y corredores naturales que conectaban Lacerbora con el exterior, recibieron los ataques iniciales de las facciones mazdias y zuras. Al encontrarse en la primera línea de fuego y ver cómo sus comunidades eran arrasadas o desplazadas, comprendieron antes que nadie que la supervivencia no sería posible sin un frente interno unido y la ayuda de la coalición que peleaba contra Mazdia.

Esta realidad transformó a los Sauros en los principales defensores del territorio ancestral, su territorio y sus proximidades, un mosaico de manglares, ríos, bosques densos y colinas húmedas, que se convirtieron en el escudo natural de toda la Alianza. De ahí que su compromiso no se limitara a aportar soldados, sino que, cedieron zonas defensivas y hospedaron a ejércitos de otras naciones, como Kromia y Homiens, y ofrecieron su estructura jerárquica para formar los primeros consejos intertribales.

Gracias a su intervención temprana, los primeros puntos de reunión entre castas enfrentadas: Sauros, Salystrita, Delicatissima y Reptor, se establecieron en zonas controladas por ellos. Estos encuentros, que en un principio consistían en “tratados de paso seguro”, no tardaron en transformarse en asambleas formales, impulsadas por Reptor, Kromia, Eldia y Homiens, donde se redactaron los acuerdos iniciales del pacto tribal.

Su rol trascendió la guerra

Tras la unificación y el final de La División, su rol evolucionó de meros defensores a pilares administrativos y culturales. Los Sauros actúan como mediadores que equilibran la ley del juicio con la acción directa y el uso de la fuerza letal para la defensa de los principios Dreadtor conjuntos. Su temperamento, lejos del estereotipo de pura violencia, se basa en una disciplina férrea heredada de siglos de vida tribal, donde la fuerza se considera un último recurso y no el primero.

Para otras castas, un Sauro es sinónimo de tres cosas: firmeza, efectividad bajo presión, un sentido innegociable del deber.

Su respeto por la cadena de mando ha sido clave para mantener la estabilidad interna de la Alianza, especialmente en épocas críticas, como los años durante la guerra, o incluso durante las tensiones diplomáticas internas.

Los guardianes del modelo tradicionalista

Los Sauros suelen fungir como representantes del bloque tradicionalista dentro de la Alianza. Esto no significa que rechacen el progreso, sino que consideran que sin una raíz sólida, sus pactos antiguos, la preservación territorial y la noción de honor entre castas no pueden llegar a evolucionar y crecer de manera segura: “Un árbol mal plantado, no tarda en caer”.

Los Sauros velan por la conservación: de los rituales fundacionales, de la ley oral transmitida por generaciones, y de los acuerdos de protección entre territorios selváticos.

Su peso cultural e histórico, sumado a su reputación como la casta más fuerte físicamente, les otorga una influencia política incuestionable. Por ello, cualquier resolución intertribal que pudiera comprometer su autonomía territorial o desbalancear la estructura natural de poder dentro de Lacerbora suele ser examinada exhaustivamente por el consejo antes de ser aprobada. Si algo pone en riesgo la esencia del pacto, los Sauros lo bloquean o renegocian junto con los Reptor.

Aportaciones funcionales dentro de la Alianza

A pesar de su reputación militar, los Sauros ejercen en múltiples ámbitos de la vida civil, administrativa y económica de Lacerbora. Sus funciones abarcan desde la protección de rutas hasta la construcción de infraestructura pesada, siempre desde una perspectiva de servicio al conjunto tribal.

  • Law Enforcers

Los Sauros han sido históricamente la fuerza encargada de mantener el orden dentro de las comunidades. Su figura imponente y presencia disciplinada los vuelve perfectos para tareas como:

  • Guardia civil en regiones selváticas y fronterizas

  • Protección de rutas comerciales interiores

  • Cuerpos de seguridad de la Alianza

  • Agentes encargados de resolver disputas territoriales menores

  • Supervisión de rituales y festividades para evitar desbalances entre castas

Debido a su estricta ética del deber, rara vez participan en sobornos o favoritismos, lo que los ha posicionado como el estándar moral dentro de la Alianza.

  • Miembros del Cuerpo de Defensa

En el ámbito militar, la mayoría de los oficiales de alto rango que operan en campo son Sauros. No necesariamente porque busquen el mando, sino porque su entrenamiento desde la infancia los prepara para soportar presiones que otras castas no podrían sostener.

Entre sus roles más comunes se encuentran:

  • Maestros dentro de las divisiones más expuestas

  • Entrenadores militares, responsables de la formación en combate de todas las castas

  • Mandos tácticos en cualquier zona

  • Guardianes de frontera, encargados del contacto inicial con otros pueblos. Su filosofía militar se basa en tres principios: 1. Territorio primero; 2. Unidad antes que gloria; 3. Disciplina antes que fuerza

Estas enseñanzas se han vuelto canon dentro del ejército dreadtor.

  • Constructores e Ingenieros de Trabajo Pesado

La brutal fuerza física de los Sauros ha sido indispensable para el desarrollo de infraestructura dentro de Lacerbora, especialmente en zonas donde maquinaria moderna no puede operar debido al terreno irregular, rocoso o altamente peligroso para otras castas o especies que contribuyen a la urbanización de la nación.

Aportan en:

  • Proyectos de minería a gran escala de priza, arcillas raras, minerales pesados, en zonas ardientes o climas insoportables para otros

  • Construcción de puentes elevados entre raíces gigantes, cadenas de túneles subterráneos y construcciones avanzadas

  • También se especializan en la excavación de rutas internas sin dañar el ecosistema

  • Refuerzo de muros naturales con piedra y madera dura

  • Instalación de torres, fortillas o defensas naturales

Esta labor ha permitido que la Alianza conecte regiones antes aisladas y fomente el comercio entre castas y con otras naciones.

Aportaciones al ejército

Historia Durante La División

La historia de los Sauros durante La División está marcada por el dolor, la sangre y el fuego. Fueron los primeros en caer y los primeros en levantarse. El 2 de septiembre del año 463, Mazdia lanzó un ataque sin advertencia sobre sus aldeas fronterizas, quemando comunidades enteras, exterminando civiles y devastando las regiones limítrofes del norte Sauro. No hubo declaración formal, ni negociaciones previas; solo fuego cayendo desde el cielo y columnas de humo elevándose sobre los bosques rojizos de lo que se convirtió en la “Frontera de Fuego”.

En los primeros veinte días, perdieron un tercio de sus poblaciones periféricas. Aldeas que habían resistido siglos de bestias, sequías y conflictos internos desaparecieron en menos de un mes. Los sobrevivientes, marcados por ceniza y luto, huyeron hacia el sur, cruzando ríos teñidos de rojo y caminos llenos de restos, llevando consigo noticias que el resto del mundo no quería escuchar: la guerra ya no era una posibilidad, había llegado a Lacerbora.

Los Sauros fueron los más golpeados, tanto militar como civilmente. Aunque los refuerzos llegaron más adelante, desde los primeros días de la invasión, la tarea de contener al enemigo en las líneas más expuestas del norte, sin esperar refuerzos ni solicitar alianzas formales se convirtió en una constante. Su proximidad a las fronteras exteriores los convirtió en el primer blanco de los ejércitos mazdios y zuras, y aunque lucharon con una tenacidad inhumana, su gente pagó el precio.

Las bajas sauros no solo incluyen a soldados de élite o centinelas veteranos, sino a miles de civiles, familias enteras que jamás abandonaron sus tierras por lealtad tribal. Ninguna otra casta perdió tanto, y por eso mismo, ninguna otra casta ganó el mismo grado de respeto y luto en la historia moderna de Lacerbora.

Lo que para otros pueblos habría significado una derrota definitiva, los Sauros lo convirtieron en un llamado absoluto al deber. La invasión no solo destruyó sus aldeas; rompió la ilusión de invulnerabilidad que habían sostenido durante generaciones. En menos de tres semanas la casta entera fue militarizada.

Cazadores se convirtieron en soldados, obreros en constructores de fortalezas, ancianos en consejeros de guerra. Cada clan adaptó su estructura para responder a un único objetivo: impedir que el fuego avanzara más allá de sus tierras. Con ayuda de otras sociedades más avanzadas, como los kromas, elfos, e incluso Reptor, nació algo sin precedentes entre los Sauros: una jerarquía unificada de mando, donde los líderes de clanes subordinaban su autoridad a una cadena de mando común. Esa columna vertebral de acero y disciplina adoptada sería, poco después, el modelo organizativo de toda la resistencia Dreadtor.

Fueron también quienes ofrecieron, con un gesto histórico, zonas clave para ser utilizadas como territorio neutral de asambleas. Estos enclaves, situados en antiguos corredores y pasos estratégicos, se convirtieron en los primeros puntos de encuentro entre castas que antes solo se podían ver desde lejos.

El fuego que los marcó se convirtió en el acero que unió. Sus aldeas calcinadas sirvieron como advertencia y como juramento: lo que les había sucedido a ellos no debía repetirse en ninguna otra casta. Sin su sacrificio inicial, las demás castas no habrían visto la magnitud de la amenaza a tiempo. Sin los Sauros, el pacto tribal, tal y como se conoce hoy, probablemente jamás habría nacido.

Sauros - 331,482 bajas (50.36%)


    • Actualidad
      Efectivos aportados: 212,999
      En la cúspide de su recuperación y con una estructura militar modernizada gracias al modelo kroma, los Sauros lideran nuevamente las filas dreadtor. Funcionan como infantería pesada, guardianes de frontera, instructores y unidades de choque. Su legado como protectores del pacto continúa vigente, y su participación ha sido esencial para estabilizar nuevas comunidades mixtas en zonas urbanizadas de Lacerbora.

    • Triguerra
      Efectivos aportados: 84,557
      Durante la Triguerra, el ejército dreadtor se mantuvo en mínima actividad, pero los Sauros nunca abandonaron su entrenamiento ni su patrullaje de frontera. Su número de efectivos se mantuvo reducido, pero cada uno era veterano o descendiente directo de veteranos. Muchos se enlistaron como Juramentados, participando como voluntarios en campañas externas en nombre del honor tribal y como primordial ayuda a sus queridos hermanos de otra sangre, los kromas.

    • La División
      Efectivos aportados: 173,794
      En esta etapa fundacional del ejército dreadtor, los Sauros cargaron con el peso más brutal del combate. Su función como primera línea de defensa y como rompefilas del frente norte marcó la historia de la resistencia dreadtor. Aunque esto les costó miles de vidas, su aporte fue clave para evitar que el expansionismo de Mazdia tomara control absoluto de Lacerbora. Su rol de vanguardia y su voluntad de pelear hasta la extinción, sentaron las bases del cuerpo de defensa.


Rol Profundizado

    • Guardia Fronteriza Permanente:
      Patrullan las zonas limítrofes entre Lacerbora y el territorio continental, actuando como primera respuesta ante incursiones, fauna hostil o crisis naturales, especialmente tratándose de estas dos últimas. Son el componente más visible del poder militar dreadtor en la actualidad.

    • Protección de Rutas Comerciales:
      Actúan como escoltas de caravanas, garantes de la seguridad de los comerciantes externos y supervisores de la estabilidad en los pasos selváticos.

    • Operaciones de Contención de Amenazas:
      En Lacerbora, siempre ha sido una costumbre que una criatura o fuerza enemiga trate de superar las fronteras de los Dreadtor, por esa razón los Sauros se despliegan de inmediato como unidades de choque para controlar la situación.

    • Guardia Civil y Orden Público:
      Trabajan como agentes de seguridad en zonas urbanizadas, actuando como mediadores de conflictos, protectores de civiles y fuerza de intervención rápida o “Law Enforcers”.

    • Entrenamiento Militar y Reclutadores de tiempo completo:
      En tiempos de paz (la actualidad), ejercen como instructores en academias militares o campos de entrenamiento, moldeando a las nuevas generaciones en disciplina, resistencia y combate.

    • Respuesta a desastres naturales:
      Por su fuerza y tolerancia física, participan en la remoción de escombros, rescate de atrapados y estabilización de estructuras dañadas durante catástrofes naturales. Su desempeño eficiente los ha convertido en una unidad de despliegue internacional, especialmente en La Capital y en Azura.

    • Oficiales y Oficiales de Campo:
      Aunque hay Sauros con experiencia en puestos mayores, como en el Alto Mando, esta casta suele preferir ascender a Jefe Caporal, Maestro o Jefe Maestro, donde pueden dirigir pelotones o batallones desde el frente.

    • Instructores de Combate:
      Los oficiales con mayor experiencia y más aptos son elegidos por el ejército de defensa para la formación de nuevos reclutas en academias militares. Estos suelen ser especialistas en cuerpo a cuerpo, supervivencia selvática y disciplina táctica.

    • Guardianes de Frontera:
      Estas unidades funcionan como unidades estables encargadas de vigilar y asegurar los límites exteriores.

    • Rompefilas e Infantería Pesada:
      Como función principal y haciendo uso de sus ventajas físicas, los Sauros son los primeros en avanzar en la primera línea, soportando y generando la mayor presión física en combate para el avance de las tropas o la defensa de objetivos importantes.

    • Operadores de Armamento Pesado:
      Manejan ballestas anti-asedio, arietes, estructuras móviles e incluso techos móviles blindados.

Región Sauro - La Frontera de fuego

Dominada por cordilleras de roca y bosques rojizos, envuelta en un bolsillo al noreste de Lacerbora por canales anchos que serpentean a lo largo de su hemisferio sur, la región Sauro representa el límite más crudo y feroz del mundo dreadtor. Muchos restos de gigantes, antiguos guardianes de Inaros, aún perduran en esta zona en grandes cantidades. Pero la tierra también se encuentra marcada por la guerra y la resistencia de los nuevos defensores de la región, los Sauros. Su entorno ha moldeado no solo el cuerpo, sino también el espíritu de esta casta. Aquí, todo lo que sobrevive, lucha.

Conocida entre los extranjeros como la “Frontera de Fuego”, esta región no solo debe su nombre al color abrasador de sus bosques y tierras, sino también a la historia viva de sus enfrentamientos. Esta fue la primera línea de defensa durante La División, el territorio más invadido, y a su vez el más defendido; este nombre hace alusión al crudo modo en el que la guerra estalló en este lugar, con Mazdia quemando las principales aldeas fronterizas del pueblo Sauro en sus inicios, desatando violentas y sangrientas batallas donde, la población civil se vio especialmente afectada. En sus riscos se repelieron las primeras hordas mazdias, en sus ríos se hundieron los primeros barcos zuras, y en su tierra fértil se formaron los pactos de la historia Dreadtor.

“Deadeye”, la capital, es una ciudad-fortaleza (hoy en día utilizada como una mina gigantesca para la explotación de minerales valiosos), un bastión de piedra negra, acero endurecido y vigilancia permanente. Fundada sobre una antigua montaña, está protegida por murallas creadas a partir de los restos de los gigantes que alguna vez caminaron el suelo de este lugar. Y, a pesar de ser una zona extremadamente patrullada día y noche por élites del cuerpo Sauro, científicos y obreros zuras, la capital suele ser bastante tranquila. Desde aquí se toman las decisiones militares de mayor peso en toda la nación, y los consejos de guerra suelen tener lugar en sus cámaras subterráneas, reforzadas contra ataques mágicos, sísmicos y químicos, prevenidos por el acontecimiento previo que destruyó a Kromia.

“Ignite”, al norte, tras la guerra, se convirtió en una ciudad Sauro-Zura. Es la conexión de varias aldeas en una sola. Generalmente, aquí se encuentran, como en Ella, los mayores centros de reclutamiento al cuerpo de defensa de la Alianza. Allí, cada joven Sauro pasa por “Ritos de Fundamento”, una serie de pruebas de resistencia, cacería y obediencia a la jerarquía para convertirse en soldados reclutas. Previamente, Ignite era un lugar donde muchos encontraban un fin prematuro, pero su mala reputación quedó en el olvido después de su reforma.

“Sailee” y “Ella”, ocultas entre bosques de hojas escarlata y raíces duras como hierro, son conocidas por sus escuelas de formación, centros de reclutamiento y grandes campos separados para la agricultura. En los centros de formación, instructores veteranos (algunos de más de 80 años), enseñan tanto combate como diplomacia de supervivencia. Las palabras aquí son cortas, el trabajo y el sustento son vastos, la disciplina es ley, y el cuerpo debe seguir al espíritu, no al revés.

Más al centro, “Miklozz” y “Paracrass” se han convertido en ciudades modernas gracias a la intervención Zura y Mazdia, que se comprometieron a reparar sus daños a la nación al finalizar la guerra. Actúan como fortalezas logísticas, de mantenimiento, centros de negocios y laboratorios. En las nuevas y modernas universidades y bibliotecas de Miklozz se encuentran la gran mayoría de los archivos históricos de la casta, registros de batallas y genealogías sagradas. Paracrass, por otro lado, posee puestos avanzados en el centro de la ciudad que se dedican a la investigación de minerales, especies animales y vegetales, concentraciones de energía y armamento experimental. La tierra aquí vibra por las constantes excavaciones de priza, arcilla roja, cuarzos importantes para la creación de tecnologías y materiales raros usados en la construcción de defensas naturales.

Finalmente, “La Cocha”, al sur, no solo es un sector vital para el ecosistema, donde varias especies únicas encuentran hogar, pero es el corazón espiritual de los Sauros. En esta ciudad selvática, construida alrededor de un enorme lago con propiedades místicas, los clanes se reúnen cada ciclo solar para renovar los votos con la tierra. Se dice que, en sus aguas, se puede oír la voz de los que dieron sus vidas por la defensa de la región.

En su conjunto, la región Sauro es una muralla de músculo, tradición y sangre. Nadie entra sin ser detectado. Nadie sale sin ser recordado. Para los Sauros, esta tierra no solo es hogar: es deber, es herencia, y, por algún tiempo, fue el límite de lo considerado “aliado”.

  • Por tradición, los Sauros son los titanes de la guerra, descubrieron durante La División que la política no era un terreno ajeno a la fuerza, sino una extensión de ella. Su reputación como guerreros imponentes les otorgó un peso inmediato en las decisiones de la Alianza. Sin embargo, fueron ellos mismos quienes entendieron que el pacto debía sostenerse no solo con músculos, sino con principios: Territorio, honor y equilibrio, ese es su credo político.

    En los inicios del conflicto, los Sauros tomaron la primera decisión que cimentó el pacto: cedieron zonas clave como territorios neutrales para asambleas conjuntas, un gesto de humildad inesperado en una casta acostumbrada a liderar desde la fuerza y ser absolutamente territorial. Su organización jerárquica: estructuras militares claras, rangos definidos y disciplina marcada, permitió que las discusiones intertribales no se convirtieran en caos a pesar de los desacuerdos posteriores. Actuaron como árbitros en los primeros consejos, imponiendo orden cuando los viejos rencores amenazaban con hacer estallar las negociaciones en más de una ocasión. Fueron tiempos difíciles, pero los Sauros fueron la roca en la habitación.

    Hoy, su influencia política se siente en cada tema relacionado con fronteras, seguridad, movimientos militares y defensa territorial. Son la voz que exige prudencia cuando los tratados avanzan demasiado rápido, y la mano que frena las propuestas que podrían debilitar la raíz espiritual del pacto.

    En debates sobre integración cultural o expansión económica, suelen representar al bloque tradicionalista: recuerdan constantemente que el pacto se escribió con sangre y que la jungla no olvida a quienes la traicionan.

    Los Sauros interrumpen cuando los discursos se alejan de lo esencial. Son los guardianes del fundamento, los que se aseguran de que ninguna decisión política diluya la identidad Dreadtor. Si los Reptor son la estructura del pacto, los Sauros son su columna vertebral: rígida, fuerte, irremplazable.